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miércoles, 30 de marzo de 2022

El retrato de Erik Satie

Esta canción que escribí en 2020, alude al cuadro que la pintora impresionista Suzanne Valadon realizase en 1893 al compositor francés Erik Satie, con el que mantuvo una breve pero intensa relación sentimental. El retrato, que hoy se exhibe en el Centro Pompidou de Arte Moderno de París, no es otra cosa, pues, que el testigo mudo de aquel romance. El pretexto perfecto para contar y cantar la confluencia de dos personas extraordinarias en aquellos años de Bohemia parisina.

Para situarla en un contexto más apropiado, me gustaría explicar algunas cosas. La pintora Suzanne Valadon, madre del también extraordinario pintor Maurice Utrillo, dejó una profunda huella en Erik Satie, de hecho, al músico no se le conoce más relación sentimental que aquella y tuvo que ser de tal intensidad que tras aquellos escasos seis meses, Satie solo acertaba a decir que el amor era una enfermedad de los nervios.

El jamás pudo olvidarla, es más, le siguió escribiendo cartas durante 32 años. Cartas que él nunca le llegó a enviar. Como casi todo en la vida de un tipo de tan extraordinario y original, en el asunto de la correspondencia no dejaba de serlo y también se cuenta que no tenía la costumbre de abrir las cartas que recibía y que las contestaba sin leerlas.

La pintora Suzanne Valadon no le iba a la zaga en personalidad, genio y rarezas, de hecho, en ese aspecto fueron almas gemelas. Ella tuvo una vida muy complicada, pues, además de pintar, fue modelo y amante de grandes pintores de la época como Renoir, Toulouse Lautrec o Degas.

En su tierna y desamparada infancia, Suzanne llegó a trabajar en un circo hasta lesionarse la espalda en una caída, también se cuenta que solía pasearse con una cabra a la que le daba para comer algunos de sus dibujos que no acaban de salirle bien.

En aquel país de Bohemia y Belle Epoque, con la luz mortecina de las tardes, el barullo de las tabernas, el sabor a absenta y a flores del mal, se encontraron dos jóvenes absolutamente extraordinarios que “habían nacido muy jóvenes en un tiempo muy viejo”.