Dicen que uno nace, al menos, dos veces. La primera vez
cuando nos dan a luz
y la segunda cuando nos asomamos a la vida.
La Javierada es una romería muy popular en Navarra, con el Castillo
de Javier como destino final. Se celebra la primera y segunda semana de marzo, cuando el invierno aún puede sorprenderte con alguno de sus últimos coletazos helados.
Situado al este de Navarra, el Castillo de Javier se alza justo al norte de la tierra media, haciendo frontera ya con las primeras estribaciones de la montaña, muy cerca del Monasterio de Leyre.
Esta singular expedición ofrece a los peregrinos adolescentes algunas deliciosas y terribles experiencias.
Momentos de epifanía.
Desde la ribera son tres jornadas de camino bajo la luna de
Landazuría,
el sol del plano de la Bardena, con la piel herida, risas con
mochila y agujetas.
Y andar, andar y andar. Aventuras en cada cruce de caminos. Durmiendo
en viejas iglesias, subir Montepeña y ya casi al final, en Sangüesa, el bullicio
de la calles, la fiesta en el local de los Carlistas… ¡ quién lo hubiera dicho
!
Debemos partir hacia Javier pronto, en esta madrugada fría como tus
manos.
Sólo pararemos a mitad de camino, en el mojón del cuarto kilómetro.
Para mirarnos y sonreír a la luz de
la luna, para darnos cuenta -en apenas un instante- de haber aprendido algo: que tal vez por haber sufrido y disfrutado con tanta intensidad es por lo que nos encontramos tan felices.
Y no es mala lección para ésto que nos pasa, la vida.
Amor peregrino
Letra y música: Txus Amat
Fotografía: Txema de la Osa
Esta canción acaba de cumplir los treinta y hoy la he echado de casa a patadas. Ya está bien.
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